La primera reunión del año de la Fundación Betania en el Santuario de Betania se convirtió en un hermoso recorrido en compañía del rector del santuario el padre Jhonfer Camacho; hermanas de la congregación Madre del Salvador, Sumo y Eterno Sacerdote; cincuenta y cinco miembros del grupo Emaús de varios sectores de la capital del país, quienes a su vez decidieron llevar a cabo su primer retiro del año en Betania; y treinta y tres miembros de la Comunidad Betania de Charallave, Edo. Miranda.
“Dios hoy se acerca a nuestras mesas, y así como a Mateo, nos dice: ‘Ven y sígueme’, no tengamos miedo, abrámosle el corazón de par en par a Dios y que Él venga a acompañarnos en nuestra vida, que traiga su alegría, que traiga su esperanza, que traiga su amor y que nos haga poder multiplicar el amor entre nosotros, que Él nos ayude y que la Santísima Virgen María en este camino nos asista también.” Con estas palabras rebosantes de fe y esperanza durante su homilía, se dirigió a todos los presentes el padre Camacho.
Después de la Santa Misa y guiados por cuatro de las hijas de la sierva de Dios María Esperanza de Bianchini: la Sra. María Esperanza de Foley, la Sra. María Gracia de Gebran, Sra. María Coromoto de Marrero y Sra. María del Carmen de León, con sus respectivos esposos, se dirigieron a la finca para disfrutar de un refrigerio en el trapiche, ver un video sobre los acontecimientos históricos del santuario y la aparición de la Santísima Virgen en el lugar y sus frutos, y realizar un recorrido por las instalaciones, orando y reflexionando sobre la espiritualidad de la sierva de Dios María Esperanza, su forma de evangelizar con el ejemplo de vida en familia, en comunidad y de la mano con la Iglesia, así como algunas historias de la Biblia que conservan íntima relación con el concepto de los diferentes oratorios del lugar. Fue un día de fructífero crecimiento espiritual, fortalecimiento de la fe y reforzamiento en la unidad a la Santa Iglesia.