Esto ocurrió en Venezuela, entre Cúa y San Casimiro, en el estado Miranda, el 25 de marzo de 1984, en un lugar conocido hoy como Santuario Mariano Diocesano María, Reconciliadora de los Pueblos o Santuario de Betania.
Este 25 de marzo de 2021, solemnidad de la Anunciación del Señor, se cumplen 45 años de la primera aparición de la Virgen Reconciliadora de los Pueblos. Por tal motivo será transmitido un programa especial en el canal de Youtube del Movimiento de Espiritualidad Betania, y en el Instagram del Santuario de Betania y del Movimiento de Espiritualidad Betania (@santuariodebetania – @fundacionbetania), con la participación del párroco de Nuestra Señora del Rosario y arcipreste de La California, el padre Enrique Yanes; el rector del Santuario de Betania, el padre Jhonfer Camacho; el párroco de San Diego de Alcalá, Ocumare del Tuy, el padre Gregory Oviedo; el párroco de Nuestra Señora Macarena de Los Teques, el padre Adán Vargas; y la Coral Betania, dirigida por la profesora María Auxiliadora Bianchini de León.
El padre Jhonfer invita a los fieles a realizar una peregrinación virtual al santuario, a través de las redes del Santuario de Betania y del Movimiento de Espiritualidad Betania.
Ya la Virgen se había manifestado en el lugar desde el 25 de marzo de 1976, pero pudiendo ser vista por una sola persona, su mensajera, la sierva de Dios María Esperanza Medrano de Bianchini. La Madre de Dios le describió el sitio, ubicado en el centro norte de Venezuela, y le anunció que este sería un centro de peregrinación para Venezuela y el mundo, donde ella derramaría sus gracias, sanando los cuerpos y las almas de todos sus hijos.
El 25 de marzo de 1984, a las 3:00 de la tarde, había un grupo de 150 personas en Betania, ya que se había celebrado una Misa. Varios niños comenzaron a gritar que la Virgen estaba en la gruta. Todos corrieron desde la casa de la hacienda donde estaban reunidos y vieron, clara y nítidamente, a la Santísima Virgen aparecer y desaparecer 7 veces, y la última quedando a la vista de todos por media hora. El obispo de la diócesis del lugar, para entonces el Excmo. Mons. Pío Bello Ricardo, investigó durante 3 años las apariciones para decretar posteriormente en una Carta Pastoral que eran auténticas, sobrenaturales y de origen divino.