En el marco de la celebración del Año Santo extraordinario “El Jubileo de la Misericordia” convocado por Su Santidad el papa Francisco, el Año Santo comenzó con la apertura de la Puerta Santa en la Basílica de San Pedro durante la solemnidad de la Inmaculada Concepción, para concluir el 20 de noviembre de 2016 con la solemnidad de Nuestro Señor Jesucristo, Rey del Universo.
Igualmente extraordinario ha sido el deseo del papa de que en este Jubileo de la Misericordia haya en cada diócesis una Puerta de la Misericordia, con la intención de que en el mundo entero todos puedan vivir este paso jubilar; a raíz de lo cual, Su Excelencia Mons. Freddy Fuenmayor, obispo de Los Teques, mediante decreto del día 27 de noviembre de 2015, declaró el Santuario Mariano María, Reconciliadora de los Pueblos en Betania, Puerta Santa de la Misericordia para el Edo. Miranda, para que todo aquel que visite el santuario cualquier día del Año Jubilar obtenga la indulgencia plenaria.
El domingo, 13 de diciembre de 2015, Mons. Raúl Bacallao, vicario general de la diócesis de Los Teques, fue el responsable de abrir oficialmente la Puerta Santa de la Misericordia en el Santuario de Betania a las 10:00 a.m., y con el Aleluya de Haendel interpretado por la Coral Betania cientos de peregrinos, incluyendo la Fundación Betania, atravesaron la Puerta Santa de la Misericordia, acto seguido por Misa solemne, oficiada por Mons. Bacallao y concelebrada por el padre Jhonfer Camacho y demás sacerdotes.
Mons. Bacallao explicó que para ganar la indulgencia plenaria era necesario: entrar por la Puerta Santa, confesar los pecados en el sacramento de la Reconciliación dentro de quince días antes o después de pasar por la Puerta, recibir la Eucaristía y orar por las intenciones del papa. También reflexionó sobre el momento que vive Venezuela y dijo que era hora de la reconciliación, por lo que no podía faltar un pensamiento a la que es Madre de la Misericordia, por lo que agregó: “Que la dulzura de su mirada nos acompañe este Año Santo a todos nosotros y toda la Iglesia para descubrir la alegría de la ternura de Dios.” Por último, Mons. Bacallao declaró a los medios de comunicación su deseo de que este Año de la Misericordia “sea de muchos frutos, no solo para los miembros de la Iglesia que la componemos todos los bautizados, sino aun de aquellos que no participan de nuestra misma fe cristiana, que son nuestros hermanos hebreos y nuestros hermanos musulmanes, ya que tenemos una misma raíz en nuestro padre Abraham”.
Finalmente, el padre Camacho, vicerrector del santuario, con gran generosidad se dirigió a la Fundación Betania de la siguiente manera: “Me dirijo especialmente a la Fundación Betania, estoy infinitamente agradecido por todo el servicio y los esfuerzos en el día de ayer. Especialmente en la donación de las calas para la gruta y la construcción de la Puerta Santa. Que Dios me los bendiga y los colme con su misericordia infinita. ¡María Reconciliadora de todos los Pueblos, ruega por nosotros!”