Oración, meditación, penitencia y Eucaristía en 2003
Estando la Sra. María Esperanza de Bianchini con parte de su familia en Long Beach Island, Nueva Jersey en Estados Unidos comienza el año 2003 con las promesas y expectativas que todo año nuevo brinda.
Los primeros tres meses van a transcurrir en estos parajes y los días se van a llenar de mucha oración, mensajes de Jesús y su Madre Santísima, inspiraciones, revelaciones y celebraciones eucarísticas, en cuanto a la parte espiritual. En relación con la vida en familia y el compartir con el prójimo fueron múltiples los cumpleaños, aniversarios, salidas a comer y paseos por: la Iglesia de Madre Cabrini, la Iglesia de San Ignacio, la Basílica de San Patricio y el Faro Barnegat. Sin olvidar que la salud fue el principal motivo de viaje de la Sra. María Esperanza en un comienzo, las citas médicas también ocuparon un lugar importante en las diligencias realizadas.
Todo ello se llevó a cabo en la compañía de otros seres queridos muy allegados a la Flia. Bianchini, como lo son: el Padre John LoSasso, el Padre Timothy Byerley, el Padre Joseph Byerley, el Padre James Sauchelli, el Padre Cadmus Mazzarella, el Padre Eugene Romano, la Flia. Crimi, los esposos Kyle, el Sr. Febo, la Flia. Miller, la Flia Brown, la Flia. Lenihan, la Sra. Serene, la Flia. Cannon y la Flia. Mariani.
Se puede destacar entre los sucesos acaecidos que en horas del mediodía del miércoles, 5 de febrero de 2003, estando la Sra. María Esperanza con su familia en la finca del Sr. Crimi en Serenity Hills recibió el precioso milagro de la Comunión espiritual, milagro que se había manifestado numerosas veces durante su vida y que nuevamente le produjo a todos una gran conmoción.
El 24 de marzo, la Sra. María Esperanza junto a su familia salió temprano para la ciudad de Nueva York para una cita médica con varios doctores, para después encontrarse con el Sr. John Crimi con la intención de ir a la Ermita de Belén donde estaba el Padre Eugene Romano, quien celebró la Santa Misa y les ofreció una rica cena, en la que compartieron unos momentos espirituales y de amistad inolvidables.
El sábado, 29 de marzo a las 4:00 p.m. regresó a Venezuela donde toda el Movimiento de Espiritualidad Betania se encontraba reunida en el aeropuerto para recibir a su Presidenta y demás amigos que no veían desde hacía cuatro meses. Cantos, aplausos y sonrisas llenaron el espacio, y las anécdotas vividas estuvieron a la orden de este día.
El domingo, 21 de diciembre de 2003, sin que nadie lo sospechara, la Sra. María Esperanza partió del suelo venezolano por última vez. En el aeropuerto hubo un grupo numeroso de la familia Bianchini y del Movimiento de Espiritualidad Betania que la acompañaron para despedirla, tal fue el caso de: María Auxiliadora de León, Jesús Raúl León (Chucho), Carmen de León, Juan Carlos León, Elssie Behrens, Eduardo Behrens, Ulmaris de Behrens, Carolina de León, Roberto León, Andrea de Liscano (Piri), Hugo de Liscano (Coky), Andrea Oropeza, Lisette Lugo, Lilita de Cádiz, José Cádiz, Rosita Gomes y la Sra. María Gomes. Muchos lloraron y tenían el corazón en carne viva al despedirla en fechas tan especiales.
Como un velado y último reconocimiento de su pueblo, un niño de cinco años se acercó con su mamá a la Sra. María Esperanza y le preguntó si ella era la señora de la Virgen de Betania; afirmando con la mirada, la Sra. María Esperanza y el niño se abrazaron tiernamente.
Fue a Connecticut, específicamente a Ridgefield, a la hermosa casa de la Sra. Julie y del Sr. Percy Cannon donde pasaría La Navidad un importante número de la familia Bianchini: Los esposos Bianchini-Medrano, la Flia. Gentile-Bianchini, la Flia. Gebrán-Bianchini y la Flia. Marrero-Bianchini.
El día 26, la Sra. María Esperanza, el Sr. Geo, María Coromoto y Carlos salieron para el Monasterio de La Inmaculada Concepción donde trabaja el Padre John Lo Sasso. El Padre estaba esperando en la puerta con sus frailes. Casi de inmediato los pasaron a un salón donde tenían dispuesta una hermosa mesa para la cena. Después, los pasaron a la Iglesia, allí el Padre Lo Sasso sacó el copón y con él los bendijo individualmente, pidiéndoles a los cuatro de la familia que se tomaran de las manos. Los frailes comenzaron a entonar el Salve Regina en latín, lo cual fue muy conmovedor. Al salir, el Padre le regaló a la Sra. María Esperanza una bella imagen de la Virgen del Altar, la Virgen de los frailes.
El martes, 30 de diciembre, la Sra. María Esperanza dio unas importantes palabras para Telemundo a través de la Srta. Babino.
La Flia. Bianchini culminó el año, recibiendo el siguiente en la residencia de la Flia. Cannon en Ridgefield, en Connecticut, junto al Sr. John Crimi con su familia, los esposos Kyle y los esposos Miller, quienes a las 12:00 p.m. con las copas en mano acogieron el tan esperado, profetizado y ansiado 2004, el cual llegó entre abrazos, besos y muchas esperanzas.
Oración, meditación, penitencia y Eucaristía siempre fueron una de las grandes exhortaciones de la Sra. María Esperanza y lo más hermoso e inspirador es que resumen su día a día, sobre todo en el año 2003. Días enteros los dedicó a la oración, adoración y contemplación por las almas, las intenciones más urgentes y las necesidades particulares y generales del mundo. Meditó y reflexionó en cantidad de ocasiones sobre los misterios y maravillas de Dios. Vivió la penitencia sobrellevando una enfermedad incurable en silencio, con abnegación, pero sobre todo con alegría, sin jamás borrar la sonrisa de sus labios. Y abrazó la Eucaristía con la Santa Misa, porque para ella su más grande amor siempre fue el Señor.