Visitas apostólicas a los estados de Nueva York y Nueva Jersey, y el nacimiento de una nueva comunidad, Betania XVII, en Illinois, EE.UU.

Miembros de las comunidades de Betania ubicados en los estados de Nueva York y de Nueva Jersey, EE.UU. compartieron y reavivaron su carisma de amor, reconciliación, esperanza y unidad familiar con el presidente del Movimiento de Espiritualidad Betania, el Sr. Geo Bianchini; su vice-presidente, la Sra. María Coromoto Bianchini de Marrero; el vice-postulador para la causa de beatificación y canonización de la sierva de Dios, María Esperanza de Bianchini, el Padre Timothy Byerley, y su intérprete.

Con este fin Betania XIII (Long Island, NY), representada por el Sr. Fino Giordano organizó una magna conferencia para el domingo, 30 de octubre de 2011, llamada “Un día con María III” en la unidad educativa “Bishop Kellenberg Mem High School”, en Uniondale, Nueva York, en la que hubo la celebración de la Santa Misa oficiada por el Padre Giordano Belanich, charlas muy conmovedoras de Monseñor Peter Vaccari, del Padre Byerley, del Sr. Al Barbarino, y del Hermano James McVeigh, y una muy interesante sesión de preguntas y respuestas al Sr. Bianchini y su hija, la Sra. María Coromoto. Este evento estuvo acompañado de tres reuniones a menor escala en la sede de Betania XIII, la Iglesia de Santa María, y en las residencias de dos miembros de la comunidad, las cuales se llevaron a cabo antes y después de este encuentro.

Los motivos de reflexión fueron muchos y de gran sentido espiritual, entre ellos: el resumen de la vida y obra de la sierva María Esperanza; la conformación y objetivos de las comunidades de Betania de vivir vida de oración, unidad familiar, el perdón y la reconciliación con todo ser humano; la descripción de algunos fenómenos místicos de la sierva de Dios (lectura de almas, presagio, estigmas, nacimiento de la rosa, etc.), haciendo hincapié en que Dios usaba estos medios para llamar la atención hacia el mensaje que estaba revelando con la aparición de la Virgen en Finca Betania sobre la reconciliación del hombre con Dios y del hombre con el hombre; el cómo colaborar en la conversión de familiares y del prójimo con la oración, paciencia, siendo ejemplo y pidiendo la intercesión de la Sra. María Esperanza quien comprende de manera especial el amor de familia;  la importancia de conocer y vivir la doctrina de Jesús contenida en los Evangelios; el valor del sufrimiento, don que sólo algunos seres con una fortaleza especial, escogidos por Dios, ofrecen para colaborar en su obra redentora; el efecto transformador de la gracia; la plena confianza en la divina providencia como fuente de todos los bienes necesarios; entre otros temas.

El día de Todos los Santos, el 1º de noviembre, el grupo fue invitado a la Universidad de Rutgers, Nueva Jersey, a un encuentro con la juventud y con los Hermanos de la Esperanza, organizado por la joven Verónica Carolfi, miembro de Betania XI, el cual estuvo impregnado de gran alegría, esperanza y compromiso de trabajo por un mundo mejor.

Una vez en Nueva Jersey, hubo varias reuniones con los miembros y representantes de las comunidades de Betania X (Williamstown, NJ) y Betania XI (Haddon Heights, NJ), el Padre Cadmus Mazzarella y el Padre Byerley respectivamente, en los que se compartió el sentido de fe, amor, esperanza en la presencia viva de Jesús y de su Madre entre los hombres de buena voluntad. El primer encuentro fue en la residencia de la familia Carolfi en Haddon Heights y el de cierre fue el 9 de noviembre, con un bello concierto por parte de una representación de la Coral Betania, dirigida por la Prof. María Auxiliadora Bianchini de León, quienes viajaron desde Venezuela con el fin de ir a Illinois y además celebrar el 26º aniversario de ordenación sacerdotal del Padre Mazzarella, después de la celebración de la Misa por parte del Padre Christopher Markellos, en la Parroquia Nuestra Señora de la Paz.

Seguidamente, la familia Bianchini, el Padre Timothy y miembros del Movimiento de Espiritualidad Betania se dirigieron a Vandalia, Illinois, para un retiro de tres días, del viernes, 11 al domingo, 13 de noviembre, organizado por Debbie Pryor, Vanessa Keck, Randy Wells y Ann Stock, representantes del Ministerio de Nuestra Señora Dolorosa.

Durante los tres días de retiro las palabras del Padre Byerley, del Sr. Bianchini, y de los miembros de la familia Bianchini y del Movimiento de Espiritualidad Betania presentes, y los cantos de la Coral Betania llenaron el ambiente con el carisma de amor y reconciliación de Betania, lo cual provocó el deseo del grupo de Vandalia de conformar Betania XVII con el propósito de llevar el mensaje de amor y reconciliación desde el centro de EE.UU. a todos sus hermanos.

Entre las reflexiones del Padre Byerley, que motivaron a los presentes, estuvo que la Santísima Virgen le anunció a la Sra. María Esperanza que le entregaría una tierra que sería muy importante para la Iglesia Universal, luego con su esposo consiguió la tierra llamada Betania, donde 108 personas vieron a la Santísima Virgen en 1984. La aparición fue aprobada tres años después por el Obispo de la diócesis de Los Teques, para ese entonces, Monseñor Pío Bello Ricardo. Comentó que hoy en día ya existen 16 Betanias, expresando que la gracia de Dios continúa poniendo estos puntos de luz y de esperanza alrededor del mundo para propagar el mensaje de reconciliación; que la humanidad debe superar toda división y convertirse en la familia de Dios; que lo primero es la unidad familiar, porque la unidad social depende de ello y por eso el modelo de familia que María Esperanza dejó es una pieza fundamental en su misión.

El Sr. Geo Bianchini en su participación se refirió a la esperanza y la llegada de un mundo nuevo tan esperado por todos, el mundo de Dios, del amor verdadero y sincero sin intereses ni conveniencias y expresó que para lograr ello hay que prepararse eliminando lo que no está bien, para entrar en otro orden de ideas, vivir una convivencia de hermanos verdaderos, hijos de un mismo Dios compartiendo lo que se tiene. Expresó que la sociedad en la que vivimos nos está llevando a la ruina y que había que despertar antes de que fuese demasiado tarde; que había un llamado continuo desde el cielo pidiendo que el hombre se reconciliara, amara, y fuese verdadero hermano e hijo de Dios.