Tributo Universal a Juan Pablo II

“Tú eres Pedro y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia”

La Familia Bianchini y la Fundación Betania se unen al tributo mundial a Juan Pablo II. El último adiós que le ha dado la humanidad entera ha sido un evento histórico y único en nuestros tiempos. En estos momentos tan conmovedores queremos unir nuestras voces a este homenaje y recordar la unión que siempre existió entre la vida de la Sra. María Esperanza y las enseñanzas y doctrinas de la Santa Madre la Iglesia y su Pastor Juan Pablo II. Hoy en nombre de ella y de su familia, junto a la Fundación Betania, nos aunamos al reconocimiento mundial hacia este siervo de Dios, que fue ejemplo de amor, trabajo, constancia y reconciliación.

En abril de 1979, cuando nació la Asociación Civil Fundación Betania, ya Juan Pablo II estaba sentado en la cátedra de San Pedro. Desde entonces siempre la trayectoria de la fundación estuvo de la mano a las enseñanzas del Papa. La Sra. María Esperanza en numerosas oportunidades visitó la sede de la Iglesia en Roma, lugar al cual ella llamaba “La Piedra” o “La Base”, demostrando de esta manera el inmenso respeto y la importancia que le daba al asiento principal de nuestra Iglesia Católica.

Como tributo a Juan Pablo II, hemos querido traer cinco pensamientos de la Sra. María Esperanza acerca del Sumo Pontífice. Estos pensamientos han sido extraídos de sus numerosos discursos en diferentes países:

“Nuestro Santo Padre el Papa, Juan Pablo II, grande y hermoso de alma, con un corazón abierto de niño y una mente abierta a la gracia del Espíritu Santo para iluminar al mundo en estos tiempos de depresión espiritual. Desde la cátedra de San Pedro el Papa sale a dar su mensaje de amor y luego regresa al Vaticano para seguir estudiando, no se cansa, siempre con el libro abierto. El Señor lo ilumina y fortalece sus espaldas”.

“¿Ustedes no ven al Santo Padre como va de un lugar a otro derramando bendiciones y gracias? Lo hirieron, han tratado de matarlo, le han hecho de todo y él con aquella humildad. Esto es lo que me llega al corazón… con una humildad, con una sencillez”.

“Un mundo nuevo que el Padre nuestro nos ofrece en estos tiempos como fuente viva de amor y salvación ha constituido en esta hora difícil, un compromiso de fe vivida de cada día a nuestro Pontífice, Juan Pablo II, permitiéndole seguir donando la virtud de la esperanza a las generaciones de hoy y del mañana para llevar a cabo la nueva reconstitución espiritual de los valores humanos del pueblo de Dios en Jesucristo Nuestro Señor”.

“Su Santidad Juan Pablo II, gracias por ser tan generoso, el Señor le siga dando vida sobrenatural para alabar Su santo nombre y cantar al unísono el himno del Santus de un Dios en perfección, que se vale de sus criaturas como usted para salvar y redimir al pecador”.

“El Santo Padre, el Papa de Roma es luz del mundo porque Jesús le ha dado esa luz, esa fuerza, esa entereza, esa voluntad, ese calor humano para ayudarnos a caminar mejor por la vida porque sus enseñanzas son fructíferas, hermosas, claras con un contenido de la responsabilidad del hombre de hoy. Tenemos que pedir mucho por nuestro Santo Padre, Juan Pablo II, por su salud, por su vida, por ese amor que nos ha dado, por ese sacrificio inmenso, por esos viajes de un lugar a otro llevando su palabra, donándose como otro Cristo”.

En enero de 2005, ya en la ausencia física de la Sra. María Esperanza, la familia Bianchini visitó por última vez al Santo Padre Juan Pablo II. Durante la audiencia privada del día miércoles 12 de enero de 2005 tuvieron la oportunidad de cantar a Su Santidad algunos cantos litúrgicos. Al final de esta visita y justo antes de que el Santo Padre fuera retirado de la presencia de los asistentes, la Familia Bianchini le ofreció “Tú Eres Pedro” como último canto en honor a Su Santidad, cuya letra recuerda las eternas palabras de Cristo: “Tú Eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia, y las puertas del infierno no prevalecerán contra Ella”.