Semana Santa, Semana de reflexión y reconciliación

En el marco de esta Semana Santa se llevó a cabo el martes, 19 de abril de 2011, a las 12:00 del medio día, en el Santuario de Betania, una Misa con motivo del 32° aniversario de la Fundación Betania y el 30° aniversario de la Coral Betania, cuya directora, la Prof. María Auxiliadora de León, también celebró su cumpleaños. La Misa fue oficiada por Monseñor Ovidio Pérez Morales, ex-presidente del Concilio Plenario de Venezuela, y concelebrada por el Padre Otty Ossa Aristizábal, Capellán de Betania; el Padre Timothy Byerley, vice-postulador de la causa de beatificación de la sierva de Dios, María Esperanza; el Padre José Rosendo Díaz González, Capellán del Hogar San José y del Cementerio del Este y el Padre Rafael Tobías Rodríguez Barrios, capellán militar. Los cantos de la Coral Betania impregnaron el Santuario de música.

Su Excelencia, Monseñor Pérez Morales comentó que tanto la Fundación Betania como la Coral Betania estaban al servicio evangelizador de la Iglesia, constituían un punto de apoyo para ella y de motivación para la elevación espiritual. Comentó que era un aniversario motivo de alegría para la Iglesia venezolana, recordando que en el Concilio Plenario, en 2006 – clave para la vida de la Iglesia en Venezuela – tuvieron en la Coral Betania un apoyo muy grande. Agregó, que actualmente la coral realizaba no sólo una labor evangelizadora muy importante, sino que también eran un testimonio de vida de unión con la Iglesia comprometidos a llevar el Nombre del Señor y de María, a Venezuela y a otros países del mundo.

Después de la Santa Misa, el presidente de la Fundación Betania, el Sr. Geo Bianchini agradeció a Monseñor Pérez Morales su participación y expresó la importancia de entregarse, junto a su familia, al servicio de Dios en la Madre de su Hijo. Exhortó a todos a reconciliarse, mirar las cualidades del otro, perdonar, amar y entregarse a la voluntad de Dios, ayudar a los hermanos confundidos a despertar a la realidad de la existencia: “Venimos de Dios y vivimos por Él.”

Siguiendo con las actividades de la Semana Santa, durante la tarde del Miércoles Santo, el Padre Byerley ofreció un retiro espiritual en el museo ubicado en la finca con los miembros de la Fundación Betania. En la noche, se llevó a cabo una procesión desde el trapiche hasta el Santuario con la imagen del Nazareno de San Pablo, mientras se rezaba el rosario y todos, con sus velas encendidas, entonaron el canto “Perdona a tu Pueblo, Señor”. Luego, de nuevo en el museo todos vieron la primera parte de la película “La vida de Juan Pablo II” para así preparase espiritualmente para su beatificación el 1° de mayo.

El Jueves Santo, a la 1:30 de la tarde el Padre Otty y el Padre Byerley concelebraron la Misa en el Santuario de Betania. El Padre Byerley dio la homilía en la que expresó que era el vice-postulador de la causa de beatificación de María Esperanza, la figura central de las apariciones en Betania aprobadas por la Iglesia y declaradas sobrenaturales en 1987. Destacó que por esa razón tantos peregrinos visitaban Betania, porque era un lugar de apariciones auténtico con el mismo estatus de Lourdes, Fátima o cualquier otro Santuario de apariciones reconocido por la Iglesia.

Reconoció tres eventos importantes en relación con la Última Cena del Señor: la institución de la Santa Eucaristía, la institución del sacerdocio y el mandato del servicio. Exhortó a concientizar que en la Eucaristía se recibe el Cuerpo, la Sangre y la divinidad de Cristo bajo la apariencia del pan y el vino, y que esto ocurre porque un sacerdote debidamente ordenado eleva las oraciones de consagración. Explicó que sin el sacerdote no se podrían recibir los sacramentos, que a pesar de ser imperfectos en su naturaleza, por la virtud de su santo ordenamiento, cuando practica los sacramentos no es él sino Cristo mismo siendo éste el gran regalo que Dios le dejó a su pueblo. Recordó que la sierva de Dios, María Esperanza, tuvo un gran respeto por los sacerdotes y un inmenso amor a la Eucaristía. Por último, citó el pasaje del lavatorio de los pies, expresando que era el elemento clave de la espiritualidad de Betania, servir para encontrarse con Jesús.

En la noche, los miembros de la fundación se reunieron en el trapiche para continuar el retiro con el Padre Timothy, llevar a cabo el lavatorio de los pies, rememorar la Última Cena y ver la segunda parte de la vida del venerable, Juan Pablo II. Algunas de las hijas de la sierva de Dios, María Esperanza, compartieron sus sentimientos. La Sra. María Coromoto de Marrero aseveró: “Somos la gran familia de Dios con la Iglesia. Esta noche nos estamos sentando a la mesa con todos nuestros hermanos del mundo, con el Santo Padre Benedicto XVI y con todos los prelados de la Iglesia, porque Betania es unidad.” Por su parte, la Sra. María Gracia de Gebrán dijo: “Mi mamá siempre decía que todos éramos diferentes, porque Dios nos hizo únicos; la unión viene de buscar lo mejor que hay en cada uno de nosotros, no importa si somos diferentes, siempre hay un punto en común: el amor a Dios. Con el amor a Dios vemos lo más hermoso que hay en cada uno de nuestros hermanos.”

El Viernes Santo todos hicieron ayuno para acompañar al Señor y a su Madre. A la 1:30 de la tarde, en el Santuario, el Padre Otty, el Padre Timothy y una religiosa rememoraron la Pasión de Jesús, distribuyeron la Comunión a los muchos peregrinos presentes y adoraron la Santa Cruz, mientras la mariposa azul revoloteaba entre la gente.

Luego, en la finca, los miembros de la fundación junto al Padre Byerley y al Sr. Geo rezaron el vía crucis en las nuevas estaciones instaladas en el camino de Los Ángeles que conduce a la réplica de la Casa Santa de Loreto, ubicada en una de las montañas de Betania. Seguidamente, en el trapiche, se rezó el rosario, se veneró a Jesús en el Sepulcro, se comenzó la novena a la Divina Misericordia, y el Sr. Geo se despidió con hermosas palabras de reflexión, entre ellas: “La verdadera realidad de nuestra existencia es amar a Dios de verdad, dejando todo a un lado. Debemos formar una sociedad nueva.”

Y el gran día del Domingo de Resurrección, el 24 de abril de 2011, a las 11:30 a.m. con la Santa Misa en la Iglesia La Sagrada Familia de Nazaret, en La Tahona, Caracas, la Coral Betania y toda la feligresía celebró la Pascua de Resurrección de Jesús, el Salvador y Redentor del mundo, con el saludo de: “¡Feliz Pascua de Resurrección!”