Miembros del Departamento de la Juventud de la Asociación Civil Fundación Betania visitan los restos mortales de su fundadora y madre espiritual, la Sra. María Esperanza de Bianchini

El sábado 27 de junio de 2009, un grupo de jóvenes de la Asociación Civil Fundación Betania pertenecientes al Departamento de la Juventud se reunieron junto con el Sr.Geo Bianchini, visitantes de Betania VII del Perú y algunos padres de los muchachos en la tumba de la Sra. María Esperanza de Bianchini con el objetivo de rezarle y honrar los restos de su guía espiritual.

La actividad inició a las 4:00 de la tarde, hora en que llegó el Sr. Geo acompañado de sus nietas: María Reconciliadora Bianchini (23 años de edad), María Verónica León (21), María Esperanza Bianchini (17) y María Francesca León (8). La visita fue muy conmovedora, puesto que todos los muchachos le llevaron una rosa a la Sra. María Esperanza y se arrodillaron en la tumba al entregársela.

Una vez que todos los jóvenes hicieron entrega de su flor, se colocaron en círculo alrededor de la tumba para iniciar el rezo del santo rosario. Fue su esposo, el Sr. Geo, quien lo dirigió, pero antes pidió que cada joven dijera algunas palabras. María Esperanza Jaime (24) comentó: “Me siento dichosa por tener una abuela así, es un ejemplo para uno y para muchas personas. De verdad, es una gran responsabilidad este compromiso, y debemos continuar preparándonos para dar la talla y cumplir la misión que nos han encomendado.” Mientras que María Isabel Urrutia (21) declaró: “Me gustaría haberla conocido. No la conocí en físico, pero he aprendido a conocer la obra a través de ustedes. La Sra. María es una guía, es un modelo a seguir.”

En el mismo contexto, María Daniela León (21) expresó: “Le doy gracias a mi madrina por la familia que tengo. Yo soy quien soy por transmitirle ese amor a mis padres y ellos sucesivamente a mí. Ella me enseñó amar a Dios. Para mí mi madrina es una santa y pido que sea reconocida ante la Iglesia.” Asimismo Carlos Alberto Marrero (12) declaró: “Yo creo que nosotros debemos de tratar de unirnos más, y poder llegar a vivir en comunidad y poder alcanzar ese nivel de amor que mi abuela quería.” Estos fueron sólo algunos breves comentarios de los muchachos, aunque realmente todos los conceptos profundos y conmovedores que declararon, cada uno con el gran compromiso que tenían con la Fundación Betania, fueron bellísimos.

La visita fue muy especial, dado que meditando cada misterio del rosario pasaba una bandada de loros, una brisa suave y mariposas revoloteando. La actividad culminó a las 5:12 p.m dejando en cada uno de los participantes una nueva esperanza, una nueva inspiración y un nuevo motivo para trabajar por la obra de amor al prójimo que aquella bella mujer les enseñó a todos.