Más de 7.000 personas celebraron elevación a Basílica Menor
del Santuario de la Virgen de Coromoto

Guanare, Portuguesa, Venezuela

Más de 7.000 personas provenientes de toda Venezuela, así como también de Estados Unidos se congregaron en el Santuario Nacional de Nuestra Señora de Coromoto, patrona de Venezuela, en el Estado Portuguesa para presenciar el acto de proclamación del Santuario a Basílica Menor, el 20 de octubre de 2007.
Cuando la ciudad de Guanare fue fundada en 1591, los indígenas que habitaban en la región, los Cospes, huyeron hacia la selva en el norte de la ciudad. Esto dificultaba la evangelización que la Iglesia Católica había emprendido.

El 8 de septiembre de 1652, el Cacique Coromoto y su mujer atravesaban una corriente de agua y vieron una Señora de extraordinaria belleza que les dijo en su idioma: “Vayan a casa de los blancos y pídanle que les echen el agua en la cabeza (el Bautismo) para poder ir al cielo.” Casualmente un español llamado Juan Sánchez, pasó por allí y el Cacique Coromoto le relató lo sucedido.

Juan Sánchez entonces le pidió que se preparara con la tribu, que él pasaría ocho días después a fin de enseñarles todo lo necesario para echarles el agua. En efecto, cuando regresó los indígenas marcharon con él a un ángulo formado entre los ríos Guanaguanare y Tucupido, donde les repartieron tierras e iniciaron la catequización a fin de prepararlos para el Bautismo.

Con los años fue construido un Templo en el lugar exacto donde la Virgen de Coromoto hizo su primera aparición, el cual fue designado con la nueva categoría de Basílica Menor por el Papa Benedicto XVI mediante decreto de fecha 12 de agosto de 2006.

La decisión de la Santa Sede fue ejecutada por el Arzobispo de Caracas, Su Eminencia Jorge Cardenal Urosa Savino, quien ofició la solemne Eucaristía en compañía del Nuncio Apostólico en Venezuela, Monseñor Giacinto Berlocco, del presidente de la conferencia Episcopal Venezolana (CEV), Monseñor Ubaldo Santana, entre otras autoridades eclesiásticas y amenizada por la Coral Betania, la primera en estrenar la terraza del coro en la basílica.

Tras la entrada de las cofradías del Santísimo y de la Virgen de Coromoto, el Obispo de la Diócesis de Guanare, Monseñor José Sotero Valero Ruiz, inició la ceremonia con el anuncio de la entrada en vigencia de un año eucarístico en acción de gracias por el otorgamiento al recinto de la dignidad de Basílica Menor.
Congregados en el Templo, sacerdotes, seminaristas, obispos, peregrinos, la Gobernadora de Portuguesa, Antonia Muñoz, y otros representantes del Poder Público Nacional presenciaron la lectura del decreto emitido por la Santa Sede.

El texto fue interpretado en dos idiomas: La lectura en latín estuvo a cargo del Arzobispo de Carúpano, Monseñor Manuel Díaz, mientras que en español hizo lo propio el Vicario del Santuario, Gustavo Espinoza.
Tras la pronunciación del decreto, la Coral Betania interpretó el “Aleluya” de Haendel y durante cinco minutos los asistentes ondearon pañuelos blancos en señal de agradecimiento por la noble designación papal.
Oficiada la elevación de categoría del Santuario Nacional, el quinto cardenal de Venezuela, Su Eminencia, Jorge Cardenal Urosa Savino, revistió al rector del recinto la insignia de los rectores de basílicas y le entregó el breve pontificio que inmediatamente fue puesto en la sacristía.

Su Eminencia destacó la multitudinaria participación popular en el acto y la definió como una muestra de unidad y comunión con la cual el episcopado y la comunidad cristiana rinden homenaje de amor filial al Santísimo y a la Virgen de Coromoto, así como también agradeció la participación de la Coral Betania: “Quiero expresar mi gratitud y felicitación a la Coral Betania que nos ha elevado con sus bellísimas interpretaciones.”

Durante la ceremonia se develaron los escudos de Su Santidad Benedicto XVI y de la Basílica Menor Santuario Nacional Nuestra Señora de Coromoto.

Desde la fecha, ambos símbolos se exhibirán en el recinto junto con la campanela (signo oficial de las basílicas) y las fotografías del Papa Pío XII y del Papa Juan Pablo II.

Su Eminencia finalizó el acto diciendo: “Vayamos todos en el cumplimiento de la Palabra de Dios, en el cumplimento de los mandamientos y en la práctica de las virtudes y mantengamos viva nuestra unidad, todos unidos en torno a Jesucristo con el Papa y con los obispos.”