Su primera aparición fue el 25 de marzo de 1976. Feligreses celebraron los 32 años de este gran acontecimiento. Imagen de María, Virgen y Madre Reconciliadora de todos los Pueblos y Naciones fue entronizada en la gruta.
Cientos de fieles acudieron desde el 24 de marzo a una bella vigilia en honor a Virgen, peregrinos nacionales y extranjeros con plegarias y cantos se acercaron a Finca Betania, lugar que se encuentra entre Cúa y San Casimiro, en el Estado Miranda, Venezuela.
Antes de la medianoche, el Padre Juan Carlos Silva, Capellán de la Catedral de Caracas ofició la Santa Misa y realizó una hora de adoración. En la homilía señaló: “Estamos nosotros en el lugar en que el Señor hace 32 años envío a su Embajadora, a María Virgen, y nos llamó a reconciliarnos con el Padre y reconciliarnos con nuestros hermanos. […] Aquí, pues, Betania ha sido un lugar de gracias, un lugar de bendición tras bendición, una tierra santa, luz para Venezuela, luz que disipa la oscuridad de la mentira, del pecado, y nos enseña la Virgen que por ella alcanzamos la gracia que necesitamos, por ella, por la Madre de Dios.”
A las 12:00 de la noche, cuando el calendario indicaba el inició del 25 de marzo, la comunidad presente le cantó el Cumpleaños Feliz a Virgen María.
María, la Madre de Dios
La Virgen le dijo a Sra. María Esperanza Medrano de Bianchini, principal protagonista de las apariciones en Betania, que sería la “Lourdes de América”, razón por la cual se colocó en el sitio de la aparición la imagen de la Virgen de Lourdes.
María de Nazaret es siempre la misma Madre de Dios que se ha presentado en diversas partes del mundo bajo diferentes advocaciones, con diversas vestiduras. Al colocar sus pies en Finca Betania lo hizo como María, Virgen y Madre Reconciliadora de todos los Pueblos y Naciones, en su primera aparición presenciada por la Sra. María Esperanza se mostró sosteniendo al Niño Jesús en su brazo derecho y llevando el santo rosario en la mano izquierda. Cuando ella se le presentó le dijo: “Yo vengo con mi hijo en brazos, rezad el rosario.
Bajo estas descripciones, la nueva imagen de la Virgen ocupa su lugar en el sitio de las apariciones. Efectuándose este 25 de marzo de 2008 la entronización de una estatua de mármol de Carrara traída de Italia, cuyas dimensiones alcanzan 1.90 m.
Desde muy temprano en la mañana, la imagen que estaba en la gruta, la estatua de la Santísima Virgen de Lourdes, fue puesta en una hermosa plaza, sobre un pilar, a fin de que todos los que se acercan a este sitio de peregrinaciones puedan seguir venerándola.
Al mediodía se dio inicio a la celebración de la Santa Misa presidida por, su Excelencia, Monseñor Freddy Fuenmayor, Obispo de Los Teques, concelebrada por el Padre Juan Carlos Silva y el Padre Otty Aristizabal y amenizada por la Coral Betania.
Horas más tarde, con la expectativa de todos los presentes y con una gran emoción, se acercó el momento que todos esperaban, la llegada de la imagen de la Virgen con sus vestiduras de María Reconciliadora de todos los Pueblos y Naciones. Cantos como el Aleluya de Haendel fueron entonados ante tan maravillosa presencia.
La Sra. María Coromoto Bianchini de Marrero, hija de la Sra. María Esperanza y miembro de la Fundación Betania recordó la aparición del 25 de marzo de 1984, la cual dio inicio a las investigaciones eclesiásticas que concluyeron con la aprobación y el veredicto de que las apariciones eran auténticas y de carácter sobrenatural.
“Esa tarde, una tarde soleada, tan bella como esta tarde, con un gran calor, fuimos llamados por unos niños que estaban jugando aquí en la gruta, y nos avisaron que una Bella Señora se estaba apareciendo acá. Cuando llegamos al pie de ese gran árbol vimos la imagen de la Santísima Virgen bella, resplandeciente como un sol, dentro del bosque, encima del manantial de agua. Ella comenzó a aparecer a las 3:30 p.m., hasta las 6:00 de la tarde. Apareció y desapareció 7 veces. […] Y hoy, esta tarde, igualmente la imagen de la Virgen llegó a las 3:30 de la tarde y estamos todos jubilosos como ese día que la mirábamos, hoy admirando su bella imagen.”
Mientras se ajustaban los preparativos técnicos para la entronización de la estatua en la gruta, los feligreses rezaron el santo rosario, pidiendo por la conversión y la reconciliación. Y es que justamente es la reconciliación el mensaje de la Virgen. De acuerdo a la Sra. María Gracia Bianchini de Gebrán, otra hija de la Sra. María Esperanza y miembro de la Fundación Betania, la Santísima Virgen le dijo a su madre que “Betania es luz del mundo. […] La forma de poderse reconciliar, es el rosario, la única manera de que la familia permanezca unida es rezando el rosario. Eso es lo que la Virgen nos ofreció cuando se apareció con su Niño; nos ofrece el rosario y él es el medio para lograr mantener la unión.”
Luego, llegó el momento culminante, Monseñor Freddy Fuenmayor procedió a bendecir la imagen de la Virgen. “A Ti, Señor y Dios nuestro, elevamos hoy nuestra oración hecha alabanza y acción de gracias. […] Te damos gracias por esta imagen de la Virgen que nos recuerda el amor que se ha manifestado en esta la madre de tu Hijo, signo claro de tu bondad. Sabemos que te manifiestas en todos los hombres buenos y santos que han vivido en nuestro mundo, pero en primer lugar en la Virgen María, Madre y Señora nuestra. Te damos gracias por esta imagen tuya de la advocación de María Madre Reconciliadora de todos los Pueblos y Naciones, que nos recuerda su amor y solicitud maternal hacia nosotros, hijos suyos. Te damos gracias por esta imagen de María que veneremos con devoción y que es estimulo para nuestro vivir cristiano.”
Y con el canto “Oh María, Madre mía, oh consuelo del mortal, amparadme y guiadme a la patria celestial” finalizó tan hermoso día histórico.