BETANIA IV EN SU II ANIVERSARIO

En el marco de su segundo aniversario, Betania IV, establecida en Los Ángeles, California, Estados Unidos, se hace eco del mensaje de la Santísima Virgen acerca la misericordia del Señor para con todos los fieles con el evento llamado: “Regresen a Mí y sean reconciliados. La Coral Betania en concierto.”

Betania IV celebró su aniversario durante los días 26, 27 y 28 de febrero de 2010, compartiendo los puntos de vista de distintos oradores sobre diversos tópicos.  El cantante, compositor y productor, Marty Rotella fue el moderador en la participación de varios expositores: el Padre Donald Calloway,  el cual con su vida y ejemplo ilustró que no importaba el pasado, las faltas y errores cometidos siempre existía la esperanza de regresar al Señor e iniciar una vida nueva; Monseñor Jim Lisante, quien expresó la importancia de la cuaresma y cómo se debe vivir la abstinencia en estos tiempos; el Padre Bob Lengerich, quien con gran destreza explicó la teología del cuerpo del Papa Juan Pablo II; el Sr. Ferdinand Roccanti, quien con gracia y carisma invitó a acercarse más al Señor y a su Santísima Madre; y la Sra. Sondra Abrahams, quien relatando sus experiencias pidió confiar en el ángel de la guarda, los ángeles y arcángeles del Señor; además de la participación de varios representantes del Movimiento de Espiritualidad Betania de Venezuela, principalmente el Sr. Geo Bianchini.

La Coral Betania endulzó las horas con sus interpretaciones y hermosas expresiones de fe, esperanza, caridad, unión familiar y la importancia de la oración, meditación, penitencia y Eucaristía, cerrando este evento con un extraordinario concierto.

El viernes, después de que la audiencia orara y escuchara tres oradores, participó en la coronación de la Santísima Virgen por parte del Sr. Bianchini, la Sra. María Coromoto de Marrero y su esposo, el Sr. Carlos Marrero. Seguidamente el Padre John Struzzo hizo una bella exposición sobre la vida de la sierva de Dios, María Esperanza, agregando sus experiencias con ella las cuales le llevaron a considerarla una mujer que emanaba gran amor.

Luego, el Sr. Bianchini expresó unas sentidas palabras: “Queridos hermanos, antes que todo debemos darle gracias a toda esta organización maravillosa que se llama Betania IV dirigida por Juliet Samson, esa gran señora, y a todos sus queridos sacerdotes que la acompañan en esa bella labor, estamos verdaderamente agradecidos de haber podido ser invitados todos a este momento tan agradable como es el encontrarnos como hermanos verdaderos; ese es el significado de Betania IV, Betania I, Betania II, Betania III, Betania V, Betania VI, Betania VII, Betania VIII, Betania IX y Betania X. El significado de esta unión viene de mi esposa, María Esperanza, que recibió del Señor un mensaje muy importante: “Te necesito como un ser especial para rescatar unos pocos hijos descarriados.” Por eso, como le dijo el Padre, no podía ser una religiosa de convento sino vivir en el mundo entre sus hermanos y con la gracia que el Señor le dio comprender la situación particular de cada uno. […] ¿Y cuál es esa labor maravillosa? Transmitir a nuestros hermanos el amor a Dios, ese, nuestro Padre infinito, que nos ama tanto, que nos da la vida, que nos da nuestro alimento diario y nos hace superar las dificultades. Quien aprende a amarlo ya no tiene miedo del mañana, porque Él es nuestro mañana, Él es nuestro todo hasta llegar a la eternidad sin fin. ¿Qué más podemos desear en la vida que comprender esta realidad de nuestra existencia? […]”

El vice-postulador de la sierva de Dios, María Esperanza, el Padre Timothy Byerley participó en el evento el sábado a las 4:00 de la tarde. En su exposición recordó los hermosos momentos vividos apenas un mes antes: “La Catedral estaba completamente llena y las personas que no lograron entrar tuvieron que observar todo a través de pantallas en un salón que estaba habilitado al lado. Fue un momento de gracias maravillosas. La apertura de una causa de beatificación es un momento espectacular en la vida de la Iglesia. […]. En una causa de beatificación la Iglesia tiene que probar la fama de santidad y la fama de intercesión, es decir, que el momento de la apertura del proceso es el momento en que la investigación comienza. Probar la fama de santidad es cuando la gente en general que ha conocido a la candidata llega a un consenso de que este individuo vivió una vida de santidad. El hecho de que esa Catedral estaba repleta de gente fue una indicación muy clara. Después hay que probar la fama de intercesión. Cuando María Esperanza murió cientos de persona estuvieron presentes, no sólo por su velorio, sino para buscar también su intercesión. El indicador final de la fama de intercesión es cuando milagros son concedidos por la intercesión de esa persona después de fallecida, porque sólo un santo en el cielo puede interceder por un milagro, por esa razón la Iglesia espera por esa señal del cielo. […] ¿Por qué el Espíritu Santo está moviendo las cosas como lo está haciendo? Por la esencia, el propósito, el significado de la vida de María Esperanza. Además de tener unos tremendos dones místicos, comparables con los del Santo Padre Pío, hay un mensaje, hay un estilo de vida, hay algo que Dios nos ha querido comunicar a través de ella, a través de su vida, de la manera en que ella aconsejaba a otros y lo que ella trató de decirnos; el mensaje que llevó su vida, o mejor dicho, lo que Dios nos quiso decir es la necesidad urgente de la unidad familiar y la reconciliación fraternal […].

El yerno de la sierva de Dios, Carlos Marrero Bornn, se dirigió al público el domingo, día de cierre. Con la elocuencia y carisma que lo caracteriza deleitó a los presentes al contar su testimonio de cómo, de ser un roquero con afro y gustos mundanos, después de conocer a la  Sra. María Esperanza transformó su vida: “Lo más maravilloso que sentí en ella fue ese entendimiento profundo de todo lo que a mí me había sucedido en el pasado. Por primera vez sentí el amor inmenso de una madre que solamente podía ser de la Santísima Virgen a través de ella. A partir de entonces aquí estamos y nos sentimos las personas más felices del mundo.”