Aquí encontrará información sobre las apariciones de la Santísima Virgen en “Finca Betania”, Venezuela, bajo la advocación de “María, Virgen y Madre Reconciliadora de Todos los Pueblos y Naciones”.
Aparición oficialmente aprobada por el Excmo. Mons. Pío Bello Ricardo el 21 de noviembre de 1987.
Recuento histórico de la aparición
Muchos años antes de conocer Finca Betania, la sierva de Dios María Esperanza a través de mensajes recibidos de la Santísima Virgen María, ya estaba plenamente consciente de su existencia.
La Santísima Virgen María en numerosas ocasiones le habló sobre una tierra santa que sería como “la nueva arca de salvación”. Le dijo que la misma se encontraba en el centro norte de Venezuela y que se convertiría en un “lugar de oración y peregrinación permanente” para el pueblo de Venezuela y luego para todas las naciones del mundo, a fin de que se diesen las manos en reconciliación los pueblos y naciones, y en donde estarían unidos Iglesia y Pueblo en un solo corazón, o sea, Pueblo e Iglesia trabajando unidos en un solo ideal: La unidad del género humano.
La Sra. María Esperanza reconoce la tierra el 29 de marzo de 1974 gracias a las descripciones dadas en los mensajes, ya que estas coincidían en forma perfecta con el lugar: la vieja casa, el trapiche, la siembra de caña de azúcar y de café, y la gruta de aguas cristalinas.
La confirmación simbólica de que ese era el lugar anunciado y escogido por la Santísima Virgen María la recibe la sierva de Dios María Esperanza con el símbolo de una mariposa azul. En mensajes recibidos muchos años atrás la Santísima Virgen le anunció a la Sra. María Esperanza que en el momento que encontraran la tierra, ella se manifestaría con alas de mariposa azul. Este hecho ocurrió cuando la Sra. María Esperanza consiguió el lugar santo con su gruta de donde salió de improviso una mariposa azul que revoloteó en el lugar, lo cual reafirmó de una manera sencilla, pero muy hermosa lo anunciado previamente a través de los mensajes. Actualmente, en muchas ocasiones especiales la mariposa azul se hace presente volando desde la gruta y revoloteando la explanada para luego volverse a internar en la vegetación del lugar.
Dos años más tarde, el 25 de marzo de 1976, tal y como le había sido anunciado, se aparece por primera vez la Santa Madre de Dios a la sierva de Dios María Esperanza en Betania bajo una nueva advocación, la de María Virgen y Madre Reconciliadora de Todos los Pueblos y Naciones. Después de esta hermosa experiencia, la Virgen le sigue apareciendo en los años siguientes, pero no es sino hasta el año 1984 cuando se hace visible a más de ciento cincuenta personas, quienes atestiguaron haberla visto clara y nítidamente. Este grupo de personas era muy diverso, encontrándose niños, jóvenes universitarios, personas adultas, militares, médicos, psicólogos, psiquiatras, ingenieros, juristas, etc.
A partir de ese momento comienza una investigación por parte del obispo de la diócesis de Los Teques, estado Miranda, el Excmo. Mons. Pío Bello Ricardo, que culmina con la aprobación oficial asentada en una Carta Pastoral, en la que declara que las apariciones en Finca Betania son auténticas, tienen carácter sobrenatural y son de origen divino; por lo tanto, el sitio debe ser considerado como sagrado y ser tenido como meta de peregrinación y como lugar de oración, reflexión y culto, en el que puedan realizarse actos litúrgicos de acuerdo a las normas de la Iglesia católica, apostólica y romana.
El Excmo. Mons. Pío Bello Ricardo para llegar a esas conclusiones consultó primero con el san Juan Pablo II y después comunicó todas las informaciones al cardenal Joseph Ratzinger, prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, manteniendo ese contacto en continuación.
Debido a la afluencia de visitantes y peregrinos de Venezuela y otras partes del mundo, el santuario permanece abierto al público todos los días del año de 8:00 a.m. a 5:00 p.m.
Descripción e historia del lugar
Betania es una extensión de tierra montañosa que se encuentra ubicada en el km 11 de la carretera Cúa – San Casimiro en el estado Miranda, Venezuela a unos 65 Km. de la ciudad de Caracas, la capital. Su acceso principal es a través de una autopista desde Caracas hasta la ciudad de Charallave, donde hay un desvío hacia la ciudad de Cúa.
Luego, en Cúa se sigue por la carretera principal hacia el poblado de San Casimiro. Aproximadamente a unos 12 km de Cúa, siguiendo esa vía, se consigue la entrada de Finca Betania a mano izquierda.
Es un área rodeada por pequeñas colinas adornadas con vegetación tropical. A la entrada se consigue un estacionamiento para vehículos y autobuses. Luego, una pasarela peatonal sobre el río Tarma que atraviesa de oeste a este la Finca. De la pasarela se accede a la explanada y a la gruta, lugar donde han ocurrido la mayoría de las apariciones. En dicha explanada se ha construido una capilla abierta.
El nombre de Betania viene del nombre original que tenía la finca, la cual en 1974 fue presentada en venta a las familias Bianchini, Andreu y Castellano. Al verla, la Sra. María Esperanza Medrano de Bianchini consideró que esa era la tierra que el Señor le prometió desde el inicio de su misión.
Mucho antes de que la sierva de Dios María Esperanza contrajera matrimonio, el Señor le venía comunicando que llegaría a sus manos una tierra de mucha importancia espiritual, que Él le entregaría cuando llegara el tiempo establecido.
Entre los años 1957 y 1974, la Sra. María Esperanza tuvo la inspiración de visitar muchas tierras en varias partes de Venezuela. Un día, un señor ofreció para la venta una finca en los Valles del Tuy al Sr. Geo Bianchini y al Ing. Jesús Andreu, quienes estaban trabajando juntos. Ellos tomaron la decisión de ir a verla, la sierva de Dios María Esperanza estuvo de acuerdo y establecieron el día de la visita.
El 29 de marzo de 1974 fue el día escogido. Tres familias (el Sr. Geo y Sra. María Esperanza de Bianchini, el Sr. Andreu y Sra. Luisa de Andreu y el Sr. José Castellano), el dueño, el Dr. Rafael Pérez y el vendedor, el Sr. Hicle se reunieron en el lugar. Se visitó y después se conversó largamente sobre todo lo que correspondía.
En esa finca la siembra mayor estaba representada por la caña de azúcar, había más de 20 hectáreas sembradas, además de su buen trapiche para producir papelón, también muchos árboles frutales y una cría pequeña de aves. La finca estaba bien atendida y era muy agradable, tenía una casa de construcción rústica y típica tropical, un río manso la atravesaba, era pleno verano y estaba cargado de aguas claras y tranquilas; todo se presentaba como un verdadero paraíso.
La sierva de Dios María Esperanza estuvo de acuerdo y se tomó la decisión de comprar la finca, las condiciones fueron consideradas favorables y el dueño fue muy tratable y buena persona. Él contó que él mismo fundó esa finca, comprando lotes de tres fincas que estaban alrededor y le dio el nombre de BETANIA, comparando el lugar con aquel donde Jesús de Nazaret iba a descansar a casa de sus amigos. Se supo después que él pertenecía a un grupo evangélico de Caracas y que en la finca se reunían muchos de sus amigos y celebraban ceremonias de bautismo colectivo por inmersión en el río, además de muchas oraciones en conjunto. Por todo esto, se concluyó que ese lugar correspondía con el de las indicaciones anunciadas por la Santísima Virgen María.
Al salir de allí, todos los presentes se sintieron alegres y felices porque les parecía haber pasado ese tiempo en otra dimensión de absoluta paz y tranquilidad.
La sierva de Dios María Esperanza confirmó que era el lugar escogido desde remotas añoranzas para la realización de un designio divino de inmensas proporciones y que allí se verificarían grandes acontecimientos. Dos años más tarde, el 25 de marzo de 1976, esto se demostró con la aparición de la Santísima Virgen a la Sra. María Esperanza en lo alto de la gruta. Estaba acompañada por 80 personas y aunque los demás no pudieron verla, fueron testigos de fenómenos asociados a la aparición. El 25 de marzo de 1984, tuvo lugar “la gran aparición” de la Santísima Virgen a un grupo de más de 108 personas, quienes la vieron clara y nítidamente para luego dar su testimonio oral y escrito al obispo de la diócesis, el Excmo. Mons. Pío Bello Ricardo, quien tras un estudio exhaustivo de los testimonios dio su aprobación a través de una Carta Pastoral.
La Madre de Dios le indicó a la Sra. María Esperanza que debía donar a la diócesis de Los Teques los terrenos correspondientes al santuario. El día 28 de agosto de 1989 se donaron a la Iglesia 4 hectáreas. El señor obispo permitió continuar celebrando actos litúrgicos en el lugar. La indicación divina es la de trabajar juntos en bien de las almas: “Iglesia y Pueblo unidos.”
¿Cómo aparece la Santísima Virgen?
Según testimonios de los testigos la Santísima Virgen aparece de forma celestial, “se hace visible de la nada… se materializa…” dicen algunos, pareciéndose mucho algunas veces a la Virgen de Lourdes, pero a veces también a la Virgen de la Medalla Milagrosa, a María Auxiliadora, a la Virgen del Pilar, a la de Coromoto y a otras muchas advocaciones conocidas.
Ella aparece de improviso, radiante de luz, acompañada la mayoría de las veces por un fuerte y exquisito perfume de rosas y otros fenómenos místicos, como sonidos celestiales de cantos de corales “invisibles”, movimientos giratorios del sol, etc.